El pueblo yazidí es perseguido desde hace décadas por el islamismo radical. En el campo de Cham Mishko en el Kurdistan Iraquí hay familias que llevan refugiadas más de 10 años sin poder volver a su hogar en las montañas de Synjar. El proyecto de Farmacéuticos Mundi y Heevie Health Organisation, “Garantizar el derecho al acceso a la salud de la población retornada y desplazada interna (PDI) del Kurdistán Iraquí y Ninewa (Irak) desde un enfoque de género y edad, con especial atención a la salud mental y apoyo psicosocial” ha fortalecido las capacidades locales para dar una respuesta humanitaria a los refugiados.
En el proyecto se ejecutaron eficaces acciones para mejorar los servicios de los Servicios de Atención Primaria y locales de respuesta humanitaria y para fortalecer los mecanismos de atención a la Salud Mental y Apoyo Psicosocial.
Durante la fase de trabajo de campo pudimos constatar por los testimonios de las familias supervivientes que la persecución continúa. A pesar de los esfuerzos realizados por la cooperación internacional, el pueblo yazidí sigue padeciendo actos de persecución y amenazas graves contra su integridad física y su supervivencia en la región Sinyar (ataques de las diferentes facciones del DAESH y de grupos extremistas islámicos v carencia de servicios básicos y de empleo), lo que ha llevado a calificar a la región como un contexto de “emergencia humanitaria crónica”.